jueves, 24 de noviembre de 2011

ANTECEDENTES DE LA INSURGENCIA

En el siglo XVIII, muchos hombres y mujeres sintieron que la razón era una luz muy poderosa que acababa con las tinieblas de la ignorancia, el atraso y la pobreza. Por eso a ese tiempo le llamamos Siglo de las Luces o de la Ilustración. Al principio esto sucedió en Inglaterra y Francia; luego en el resto de Europa y América. Los pensadores ilustrados estaban a favor de la libertad y de la igualdad de todos los hombres ante la Ley; querían acabar con los privilegios (ventajas) de los reyes, nobles y la iglesia.
En 1789 estalló la Revolución Francesa, que hizo de Francia una república. Varios reinos europeos se sintieron amenazados por las nuevas ideas y atacaron a los revolucionarios. Uno de los jóvenes militares que defendieron la revolución fue Napoleón Bonaparte, llegó a Gobernar Francia, se hizo nombrar emperador y conquistó gran parte de Europa. En 1808 invadió España, obligó al rey a renunciar y puso en el trono a su hermano José Bonaparte.
Con la falta del rey legítimo en España, en América muchas personas se animaron a pensar que podía haber otras formas de gobierno. Ésa fue una consecuencia importante de la invasión napoleónica , otras fueron el debilitamiento económico y militar del imperio español, provocado por la guerra, y la difusión de ideas liberales, que pedían que la autoridad del rey fuera limitada por una constitución que debía redactar una asamblea de representantes del pueblo.
Algunos criollos comenzaron a reunirse en secreto para planear como cambiar el gobierno virreinal. En 1810 Miguel Domínguez, corregidor (una clase de juez) de Querétaro y su esposa Josefa Ortíz de Domínguez, empezaron a reunirse con algunos militares, como Ignacio Allende y Juan Aldama. A las juntas también asistía Miguel Hidalgo y Costilla, el párroco de Dolores.